jueves, 23 de mayo de 2013

Robótica

Los robots son agentes artificiales que cumplen tareas propias de los seres vivos
Cuando se habla de tecnologías de punta, un robot es con mucha probabilidad la primera imagen que llega a la mente. Nada más futurista que un robot, y en Colombia se fabrican unos cuantos, dignos de ver. Y aunque es verdad que el país está lejos de una utiliza ción intensa de la robótica, como ocurre por ejemplo en Japón o en Estados Unidos, hay investigación en el tema y una incipiente producción de este tipo de máquinas en varios centros académicos e industriales colombianos.
Los robots son agentes artificiales que cumplen tareas propias de los seres vivos, con un cierto nivel de autonomía. Se trata generalmente de máquinas, pero también sistemas de software se pueden ajustar a esta definición bastante general. Todavía se discute en la ingeniería y la ciencia qué cosa es un robot y está vigente la célebre frase de Joseph Engelberger, pionero de la robótica, quien dijo: "No puedo definir un robot, pero reconozco uno cuando lo veo".

Tal vez Hollywood ha distorsionado bastante la idea de robots en el imaginario del público, con sus criaturas humanoides del tipo Terminator o C-3PO, el célebre robot asustadizo de Guerra de las galaxias.
 Y aunque los más avanzados en el mundo real están dotados de asombrosos niveles de inteligencia artificial y pueden tomar decisiones en una situación de incertidumbre, en realidad la mayoría puede ser simplemente manipuladores o controladores de funciones rutinarias, como los que pintan automóviles o llenan de contenido las botellas de gaseosas.

La compañía A1A Visa, con sede en Bogotá, fabrica uno muy llamativo, especializado en vigilancia y seguridad. Los ingenieros lo bautizaron simplemente Robot vigilante, se esmeraron en darle una apariencia impactante y, por supuesto, en lograr que haga bien sus tareas.
Este robot puede recorrer un piso de oficinas y percatarse de la presencia de humanos en el área, detectar conatos de incendio u otras emergencias y comunicarlo vía inalámbrica a una central. Dejará sin empleo a muchos 'ronderos' en edificios y zonas industriales y está dotado de una cámara de video con zoom 10x y giro horizontal y vertical, no se estrella con ningún obstáculo (una habilidad no tan sencilla de incorporar en una máquina móvil) y dispone de sensores de temperatura, humo, gases e inundaciones.

El ingeniero Eduardo Cuervo, presidente de A1A Visa y padre del Robot vigilante, tiene numerosos pedidos de Brasil, en donde su criatura causó sensación el año pasado, durante un congreso internacional de seguridad.
Algunas de las grandes empresas de la industria nacional han incorporado poderosos robots en sus procesos de producción. Destaca la industria automotriz, en donde es obligatorio por razones de competitividad el uso de autómatas como los que utiliza la compañía Colombiana Automotriz Mazda, o los brazos mecánicos en la planta de la compañía Corona, en Mosquera, Cundinamarca.
Pero la Escuela Colombiana de Ingenieros prepara una nueva sorpresa; el robot Caritas, todavía apenas un prototipo en experimentación, es capaz de ofrecer varios gestos humanos a pacientes en estado terminal y será utilizado como compañía y comunicación afectiva con ellos en el futuro. Este es un tipo de robótica en auge en Japón y otros países que, combinado con la Inteligencia Artificial, se propone crear robots especializados en el cuidado de enfermos.
¿Qué hace falta para que la economía nacional aproveche todo esto? "Los ingenieros están listos, pero las empresas sólo contratan ingenieros para soportar procesos, no para innovar", afirma el profesor Carlos Parra, cabeza de este centro de investigación.

En el mapa de cosas interesantes que se hacen en la academia colombiana hay que mencionar a la Universidad del Cauca, a la Universidad Nacional de Colombia y su grupo de investigación Dima; y a la Universidad Santo Tomás, que trabaja en el asombroso tema de la nanotecnología, entre otros.

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